ayer recib�
una carta que me enviara un colaborador y
amigo, quien reside en la carolina del Norte.
Me dice: �Querido amigo: Cu�n malo y cu�n
dif�cil es envejecer. Yo aun recuerdo
aqu�llos d�as cuando las nevadas me parec�an
bell�simas y cuando el tiempo de tormentas
no me atemorizaba. Hoy, me da miedo tan solo
el pensar, que yo pudiera sufrir una ca�da
si resbalo; y aun, me preocupa m�s el hecho
de que no puedo casi recordarme de las cosas
sin inusitado esfuerzo.
Desde la semana pasada cargo en mis
bolsillos papelitos de notas para recordar
los nombres de personas a quien me
presentaran el d�a antes.
�Cuando me miro en los espejos, mis arrugas
me atemorizan. O�r se me est� volviendo m�s
duro cada d�a que pasa, y estoy muy
olvidadizo... por ejemplo, ayer llegu� tarde
a mi trabajo, porque no pod�a encontrar la
llave de mi carro, la cual hab�a dejado
colgada con el llavero en la puerta de la
casa.
Frecuentemente traspongo los d�gitos de
n�meros de tel�fono con la consternaci�n
consecuente... y me canso, me canso muy
f�cilmente. Y duermo, duermo mucho.
�La comida no la apetezco, pero el peso lo
gano f�cilmente, result�ndome dif�cil el
perderlo de nuevo.
�Mi esposa y yo hace muchos meses que no
hemos compartido el lecho nupcial. Yo he
inventado un dolor de espalda ficticio para
dormir en otra cama y en otra habitaci�n ---
�Qu� cosa m�s terrible es envejecer!�
Yo me puse a cavilar con el contenido de
esta carta tan extra�a. Ray, mi amigo, s�lo
tiene 66 a�os siendo m�s joven que yo. Y, yo...
yo no me siento mal...
No es una depresi�n en este caso, es una
crisis existencial, de las que hemos hablado
en otras ponencias ya publicadas.
Hablemos entonces, del envejecer y de la
vejez
Solamente en tiempos recientes a la vejez se
la ha considerado anatema ---a pesar de que
la juventud se ha codiciado como el oro, a
trav�s de toda nuestra historia.
Ponce de Le�n fue guiado por la ambici�n de
encontrar la Fuente de la Eterna Juventud,
con las aguas de la cual �l tratar�a de
prolongar las vidas j�venes de quienes las
bebiesen.
Narciso, el h�roe mitol�gico, de s� mismo
enamorado, encontr� su muerte cuando no
pod�a dejar de admirar su reflexi�n en las
aguas de un estanque. (V�ase mi ponencia: El
Narcisismo).
Dorian Gray hizo un pacto sat�nico que le
permiti� permanecer como hombre muy joven
mientras que su retrato, escondido en las
penumbras de un �tico, envejec�a y exhib�a
los estigmas de su malevolencia. (V�ase mi
ponencia: El Retrato de Dorian Gray).
Uno de los seres mitol�gicos m�s
desafortunados, fue quien a los dioses
pidiera que le garantizaran el deseo de
nunca morir, sin haber perdido que se le
garantizara simult�neamente el de nunca
envejecer... as� que viv�a y viv�a y
envejec�a y envejec�a.
En nuestra situaci�n actual. Con los avances
m�dicos logrados, con la eliminaci�n y
control de algunas enfermedades y con el
tratamiento efectivo de tantas otras; el
resultado ha sido que, en muchos pa�ses, la
vejez se prolonga, a veces de modo in�til y
penoso.
Mi amigo Ray se queja en sus cartas
frecuentes, de que su vida termin� despu�s
de los 40 a�os. Ya que fuera durante la
d�cada entre los 30 y los 40 a�os cuando
logr� sus metas m�s ambiciosas, y fue
tambi�n durante ese per�odo donde el
experimentara las mayores satisfacciones
profesionales y personales. Se lamentaba:
�Esa fue mi �poca de oro �.
�C�mo, me pregunto, puede envejecerse con
dignidad y sin achaques dentro de una
cultura donde la vejez se mira con
menosprecio?
antes (y de ello ha ya mucho tiempo), al
anciano se le consideraba depositario de los
arcanos y de la sabidur�a colectiva. Ellos
pose�an el don de la experiencia habiendo
pasado, por, y habi�ndolo visto todo. Ellos
eran venerables y venerados.
ahora, los ancianos que no son capaces de su
propio soporte econ�mico, o estorban o se
consideran carga pesada por las generaciones
m�s j�venes.
En otra manifestaci�n de independencia
subvertida que comienza a ocurrir con m�s y
m�s frecuencia en los Estados Unidos, los
hijos retornan, con sus propias familias al
hogar paterno, y aduciendo que la visita
ser� temporaria, se quedan permanente con
los padres proporcion�ndoles agravaciones y
problemas innecesarios; a, veces, aun
exigiendo que ellos (los padres) renuncien a
su propia estabilidad y bienestar para
ced�rselos a ellos. (V�ase mi ponencia:
Cuando los hijos retornan al hogar).
El abuso hacia los c�nyuges y hacia los
ni�os indefensos, ahora se a�ade al abuso
hacia los ancianos, representando otra
variedad de la �violencia �dom�stica.
La industria que se dedica al negocio de
vender quimeras, ha encontrado un mercado de
oportunidad en los productos que pretenden
rejuvenecer, o retardar el envejecimiento
inexorable, o que prometen prolongarnos las
vidas. Ellos nos abandonan y nos enga�an
dej�ndonos con un saldo monumental de
esperanzas truncadas.
Lo que s� es cierto es el hecho de que la
vejez no es un impedimento mayor.
Con la vejez no se esfuman las actividades
del t�lamo conyugal, ni desaparecen los
talentos de la creatividad. Muchas de las
personas m�s destacadas en las artes y en
las ciencias lograron algunos de sus mayores
triunfos luego de haber celebrado sus
setentas, ochenta y, aun a�os m�s.
Gracias a una vida basada en la moderaci�n;
el ser humano puede gozar de una existencia
saludable y productiva durante el ocaso de
la vida.
La dieta moderada y balanceada; con un
m�nimo de az�cares simples y con abundancia
de carbohidratos complejos, de prote�nas
esenciales, de frutas y de vegetales.
El ejercicio f�sico regular y met�dico.
El envolvimiento en tareas de aspecto
intelectuales, para mejorar la memoria y la
concentraci�n.
La participaci�n en actividades como
voluntario en �reas de nuestra pericia.
Dedicar tiempo al aprendizaje de un oficio,
de un arte, o de un idioma. actuar en el
teatro, participar como coach o como �rbitro
en una liga infantil. Tomar parte en las
deliberaciones de grupos m�s j�venes que
quieren ayuda con los dilemas del proceso de
la maduraci�n emocional. Todo ello
contribuye al enriquecimiento del esp�ritu
del anciano quien reh�se la obsolescencia
prematura.
Es que es un arte �se el de a�adirle vida a
los a�os en vez de simplemente a�adirles
a�os a la vida.
El secreto de la longevidad
Dr. F�lix E. F. Larocca
�Por qu� nos interesa tanto llegar a ser
centenarios? Nos interesa porque es parte de
nuestra constituci�n animal vivir vidas
largas y vivir vidas �tiles y saludables.
Un peculiar y creativo experimento
cient�fico, realizado durante 15 a�os en 678
religiosas estadounidenses, para determinar
qui�nes padecen alzheimer y por qu�, revel�
que expresar emociones positivas alarga la
vida y aleja las probabilidades de sufrir la
penosa enfermedad.
Una ruta en espiral asciende hacia good
Counsel Hill, donde el Convento de las
Hermanas del Colegio de Notre Dame es
tambi�n sede de un extraordinario
experimento cient�fico. Durante 15 a�os, un
grupo de monjas cat�licas permiti� que
analizaran sus genes y midieran su
equilibrio y fuerza. Las hermanas pasaron
pruebas que registraban cu�ntas palabras
pod�an recordar minutos despu�s de haberlas
le�do, cu�ntos animales pod�an nombrar en 60
segundos, y si pod�an contar monedas
correctamente.
Los ensayos autobiogr�ficos que escribieron
cuando ten�an 20 a�os han sido investigados,
y sus palabras analizadas en busca de
significados. Y a medida que mor�an, sus
cerebros fueron removidos y enviados en
tubos de pl�stico a un laboratorio donde
est�n almacenados.
Este experimento, llamado Estudio de las
Monjas, es considerado por los especialistas
como uno de los esfuerzos m�s creativos para
conocer qui�nes padecen de alzheimer y por
qu�. Y ahora, un nuevo informe est�
ofreciendo informaci�n acerca de un asunto
distinto: si un temperamento positivo en la
juventud puede ayudar a las personas a vivir
m�s.
al estudiar a 678 monjas -en este convento y
en otros seis de la misma orden, en
Connecticut, Maryland, Texas, Wisconsin,
Missouri e Illinois- el especialista David
a. Snowdon, un epidemi�logo de la
Universidad de Kentucky, y sus colegas han
arribado a indicios asombrosos y teor�as
provocativas a lo largo de los a�os.
Sus estudios mostraron que el �cido f�lico
puede ayudar a alejar la enfermedad de
alzheimer; que ataques cerebrales peque�os,
apenas perceptibles, pueden desencadenar
demencia, y, en un hallazgo particularmente
asombroso, que la habilidad ling��stica
temprana puede estar relacionada con un
menor riesgo de alzheimer, porque las monjas
que concentraban m�s ideas en las oraciones
de sus autobiograf�as tuvieron menos riesgo
de sufrir alzheimer seis d�cadas despu�s.
El nuevo informe, publicado recientemente en
el Journal of Personality and Social
Psycology, afirma que las monjas que
expresaron m�s emociones positivas en sus
autobiograf�as vivieron significativamente
m�s -en algunos casos, diez a�os m�s- que
aquellas que expresaron menos emociones
positivas.
Las monjas son ideales para un estudio
cient�fico porque sus vidas estables,
relativamente similares, excluyen ciertos
factores que pueden contribuir a la
enfermedad. No fuman, casi no beben y no
experimentan los cambios f�sicos
relacionados con el embarazo. Lo que es
sorprendente es que esto �ltimo, por obvias
razones, se considere un factor negativo.
El Estudio de las Monjas (Nun's Study)
tambi�n se considera importante porque tiene
informaci�n de diversos momentos de las
vidas de sus sujetos, incluyendo la �poca en
que eran muy j�venes para padecer alzheimer
o cualquier otra enfermedad relacionada con
la edad.
Todo esto le ha dado a Snowdon, autor de un
nuevo libro sobre el estudio titulado
Envejeciendo con Gracia (bantam), una rara
ventana a trav�s de la cual examinar por qu�
algunas religiosas se mantienen bien y otras
se deterioran tanto que pierden el lenguaje,
la movilidad y gran parte de su memoria. Las
diferencias aparecen, incluso, entre las que
est�n relacionadas biol�gicamente.
Los �ltimos hallazgos publicados del Estudio
de las Monjas tambi�n
ofrecen ideas provocativas acerca de c�mo un
estado emocional
positivo en las etapas tempranas de la vida
puede contribuir a vivir
m�s. Y plantean interrogantes como: �qu� hay
detr�s de las emociones
positivas?
En total, seg�n Snowdon, las monjas viven
significativamente m�s
que otras mujeres. De las 678 que tomaron
parte en el estudio, 295
est�n vivas y tienen 85 a�os o m�s. S�lo en
el convento de Mankato hubo
siete centenarias, todas libres de demencia.
Una de ellas es la hermana Esther boor, que
a los 106 se apresura a
trav�s del laberinto de salones con un
bast�n azul�.a veces me siento
como si tuviera 150, pero me hice a la idea
de que no iba a rendirme",
dijo Esther, que le da a sus fisioterapeutas
frases de los libros que lee�.No pienses en el mal, no hagas el mal, no
escuches el mal -escribi�
hace poco-, y nunca escribir�s un
best-seller�.
El ensayo autobiogr�fico de Esther, escrito
hace 80 a�os, es
igualmente optimista. En �l habla
afablemente de su familia y de su
decisi�n de hacerse monja.
a pesar de que no puede probarlo, Snowdon
sostiene que la espiritualidad de las monjas
y su trabajo en comunidad tambi�n las ayudan
a vivir�.El amor a otra gente, el cuidado,
ser buenos con otras personas, eso es algo
que todos podemos hacer", afirma.
No existe raz�n por qu� la misma experiencia
no sea posible para quienes son tan leales a
su c�nyuge como las monjas son a Cristo;
devotas de su trabajo, cuidadosos con sus
hijos, leen, son activas, oyen m�sica y
mantienen sus c�lulas encef�licas procesando
nueva informaci�n.
ahora, para finalizar esta ponencia,
seguiremos hablando del envejecimiento como
fen�meno natural.
La verdad acerca del envejecimiento normal
Dr. F�lix E. F. Larocca
El proceso de envejecimiento es inherente a
la condici�n humana, por lo que es
importante asumirlo con naturalidad. No
podemos evitar que cada d�a que pase seamos
m�s viejos que el anterior, pero el miedo,
la tristeza o la apat�a que para tantos
marca esa etapa de la vida no tienen que
estar presentes.
En d�as lejanos, envejecimiento significaba
achaques, dolores, problemas, dependencia,
soledad..., pero ya no tiene que ser as� y
no tiene por qu� ser as�. El mejor punto de
partida para cambiar esta visi�n se
encuentra en una pregunta: �c�mo queremos
vivir la vejez? Porque conozco tantas
personas j�venes excepcionales, a una edad
muy temprana, mujeres de diecinueve a�os se
preparan a aceptar que van a envejecer con
entereza. ah� radica uno de los valores que,
de la psicoterapia deriva. No mentirnos a
nosotros mismos pretendiendo que la marcha
irreprimible de la vida se retrasa con las
cirug�as pl�sticas o con las liposucciones.
La vejez es un proceso din�mico, positivo y
deseable que nos afecta a todos.
Hay muchas formas de envejecer. Se puede
envejecer de forma acelerada, de forma
resistente o de forma negativa.
Se envejece de forma acelerada cuando las
dependencias en ser delgadas, �primeras
damas� de alg�n contubernio econ�mico lo
facilitan y se depende en las apariencias de
ser joven, para sentirse joven.
Se envejece de forma resistente cuando se
objeta a la realidad de la vejez y se
convierte uno en un quir�fano ambulatorio
cosm�tico, tratando de no envejecer �por
fuera�. Mientras que los a�os los consume, a
uno, por dentro.
Se envejece de forma negativa, cuando uno
resiste la verdad, que el organismo posee un
sistema llamado la apoptosis.
�apoptosis? �De qu� se habla cuando se
introducen t�rminos for�neos y desconocidos?
apoptosis deriva del griego. Indica entre
otros fen�menos, el preciso instante en que
el hipot�lamo env�a su mensaje final a
nuestro cuerpo: �Lleg� la hora de morir�.
algo que todos tememos en cierta medida,
aunque algunos lo temamos menos, por haber
vivido bien. Dicen algunos que la mejor
venganza es vivir bien.
Las teor�as m�s aceptadas sobre la biolog�a
del envejecimiento son las siguientes:
Teor�a endocrina. El envejecimiento se
produce por una p�rdida de las secreciones
hormonales, en especial de las gl�ndulas
fotoses, que producir�a el decaimiento
org�nico que acarrea el envejecimiento. El
originador de esta teor�a fue el famoso
m�dico brown-S�quard, basada en su auto
inyecci�n de macerados de test�culo, y
Voronoff, conocido por los implantes de
test�culo de gorila.
Teor�a del reloj biol�gico. Seg�n esta
teor�a, el proceso de envejecimiento est�
gen�ticamente programado. Dicho de otro
modo, existir�a el llamado gen del
envejecimiento que, en un momento
determinado, provocar�a la aparici�n de los
cambios moleculares, celulares y de sistemas
que se observan con el envejecimiento. De
esa hablamos en p�rrafos anteriores.
Teor�a de los radicales libres. Esta teor�a,
que hace poco tiempo gozara de indebida
popularidad, se basa en un fen�meno com�n
que se produce en las c�lulas vivas de los
organismos aer�bicos (aquellos que necesitan
del ox�geno para vivir), el de los procesos
o reacciones qu�micas de oxidaci�n-reducci�n.
Estas reacciones qu�micas, presentes en la
mayor�a de las v�as metab�licas celulares,
generan los llamados radicales libres, en
especial los radicales libres de ox�geno (per�xido,
s�per-�xido e hidroxilo). Estos radicales
libres se combinan a su vez con m�ltiples
reacciones celulares y su acumulaci�n
produce alteraciones de la funci�n celular
que causan su muerte. Para evitar estos
efectos, las c�lulas disponen de los
llamados sistemas aclaradores, sistemas
enzim�ticos como la s�per-�xido dismutasa o
la catalasa.
Todos los seres vivos envejecen, todos
siguen un proceso por el que se nace, se
crece, se madura, se envejece y se muere. En
este sentido, el universo es igualitario,
pero no equitativo. En la naturaleza
encontramos unas vidas que no alcanzan las
24 horas, en el caso de algunos protozoos
unicelulares, y otras que llegan a los 129
a�os, por ejemplo la tortuga de carolina.
Sabemos que existen olivos que estuvieron
presentes durante los d�as de Cristo.
El ser humano se halla entre los m�s
longevos de los mam�feros. Su m�ximo de vida
de especie, marcado gen�ticamente, est�
situado alrededor de los 120 a�os. Pocos han
sido los que han llegado a estas edades,
pero los que lo han logrado han vivido en
buenas condiciones casi hasta los �ltimos
d�as.
Se habla de diferentes tipos de edades:
La edad cronol�gica: es la edad que se
determina por la fecha de nacimiento.
La edad biol�gica: es la edad en relaci�n
con el grado de envejecimiento. No existe en
la actualidad ninguna prueba capaz de
determinar la edad biol�gica de una persona.
Pero es evidente que unas personas envejecen
con m�s rapidez que otras. Esta edad es
quiz�s la que m�s se acerca a la verdadera
edad de la persona.
La edad psicol�gica: es la determinada por
los rasgos psicol�gicos de cada grupo de
edad. Sin duda alguna, este concepto de edad
es uno de los m�s importantes, puesto que
una persona es mayor si se siente mayor.
cada edad tiene su rasgo psicol�gico
determinado, por lo que ser�a un grave error
pretender que una persona de 80 a�os pensara
como uno de 40 � uno de 20. Lo que s�
resultar�a acertado y posible ser�a la
eliminaci�n de los rasgos psicol�gicos
negativos que no deben de asociarse a la
edad.
La edad social: es la edad marcada por
circunstancias econ�micas, laborales y
familiares. De este modo, la jubilaci�n
marca una edad social por pertenencia a un
grupo social con importantes cambios en
diferentes aspectos (laboral, econ�mico y de
recursos).
La existencia de una correlaci�n entre estas
cuatro edades es lo habitual. �Cu�l de ellas
es la m�s importante? Las personas mayores,
cuando se les pregunta por ellas y por su
relevancia, sit�an a la edad cronol�gica
como la menos importante. Lo fundamental no
es tener 85 a�os, sino sentirse de acuerdo
con su edad, con su salud, con su rol
social. al conjunto de las edades biol�gica,
psicol�gica y social se le conoce con el
nombre de edad funcional, es decir, edades
en que la persona es capaz de realizar una
vida aut�noma (mantiene su capacidad de
decisi�n) e independiente (no necesita de
una persona para realizar las actividades
b�sicas, de relaci�n y sociales de la vida
diaria). En el momento actual cabe la opci�n
de influir de forma positiva o negativa en
esta suma de edades. La excepci�n se
encuentra en la edad cronol�gica, la �nica
que no podemos modificar.
En la demograf�a del envejecimiento es
necesario conocer los siguientes conceptos:
Como en el pa�s en que vivimos no existen
las estad�sticas, adaptar� algunas que
colegas espa�oles de Valencia me ofrecieran.
Las cito libremente y con atribuci�n.
�Envejecimiento de la poblaci�n: es el
aumento de la proporci�n de personas de edad
avanzada sobre el total de esa poblaci�n.
Este t�rmino hace referencia a todas
aquellas personas con una edad igual o
superior a los 65 a�os, l�mite que se
utiliza para separar la poblaci�n activa y
la jubilada.
�Seg�n datos del Instituto Nacional de
Estad�stica (INE), el �ndice de
envejecimiento en Espa�a representa el 17%
de sus 43 millones de habitantes. Un
indicador que, junto al n�mero de mayores,
adquiere especial relevancia es el
denominado envejecimiento del envejecimiento.
La l�nea divisoria que separar�a a la
persona mayor de la persona muy mayor se
sit�a por encima de los 80 a�os.
�Los octogenarios han registrado en las
�ltimas d�cadas un incremento del 1300%, con
lo que su n�mero ronda el mill�n y medio de
personas. Este envejecimiento poblacional
tiene un reparto territorial desigual en
Espa�a. El mayor n�mero de personas de edad
se localiza en las provincias m�s pobladas;
las provincias de Madrid y barcelona
contabilizan tantos mayores como la suma de
castilla y Le�n, castilla-La Mancha, arag�n,
asturias, cantabria y la Rioja (figura 1).
Las personas de edad son ante todo "urbanas",
es decir, residen en municipios de m�s de
10.000 habitantes, m�s de 4,2 millones de
personas mayores de 65 a�os.
�Esperanza de vida: utilizado como sin�nimo
de expectativa de vida, se�ala el promedio
de a�os que puede vivir un individuo de una
poblaci�n nacida en la misma fecha, bien
desde su nacimiento, bien a partir de una
edad determinada. La esperanza de vida al
nacer, o vida media, ha crecido de manera
significativa durante el siglo XX. De los
33,9 y 35,7 a�os en 1900 para hombres y
mujeres se ha pasado a los 74,4 y 81,5 en
1995. En otras palabras, un ni�o nacido a
finales del siglo XX ten�a una expectativa
de vida 40 a�os mayor que si hubiera nacido
a principios del mismo siglo. La esperanza
de vida al nacer se sit�a en nuestro pa�s en
m�s de 82 a�os para la mujer y en 75 para
los hombres. Conforme avancemos en el siglo
XXI, es muy probable que pueda situarse
cerca de los 90-100 a�os. Estos cambios han
repercutido tambi�n en la esperanza de vida
de las personas que cumplen los 65 a�os. En
los estados miembros de la Uni�n Europea la
expectativa de vida a partir de esa edad
oscila entre los 21 a�os que pueden esperar
vivir todav�a las mujeres francesas y los 13
que pueden esperar, por t�rmino medio, los
hombres Irlandeses. En Espa�a, la esperanza
de vida media a los 65 a�os es de 16 a�os
para los varones y de casi 20 para las
mujeres.
�Esperanza de vida libre de incapacidad: es
la expectativa de vida activa o esperanza de
vida en salud y con ella se marca el
promedio de a�os que una persona puede vivir
libre de incapacidad a partir de una edad
establecida. Este indicador es sin duda uno
de los m�s relevantes. La Organizaci�n
Mundial de la Salud (OMS) utiliza este
elemento estad�stico para medir el nivel de
�xito de su objetivo de "Salud para todos�.
La utilizaci�n de este sistema de medici�n
no deja muy bien parada a Espa�a. as�, si
bien Espa�a es uno de los estados con una
mayor esperanza de vida a nivel mundial,
s�lo superado por Jap�n, cuando se trata de
esperanza de vida en salud, la situaci�n
empeora y ofrece perspectivas menos
halag�e�as que las de algunos de nuestros
vecinos europeos, como Francia o Suecia
(figura 3). En nuestro pa�s, seg�n los
�ltimos datos disponibles, las mujeres
pueden esperar vivir algo menos de 76 a�os
antes de caer en una situaci�n de
discapacidad, mala salud, y reducci�n de la
calidad de vida, y los hombres no alcanzan
una expectativa libre de incapacidad
superior a los 70 a�os.
�Es necesario y urgente modificar estas
cifras. De hecho, se pueden cambiar, aunque
todo depende de la persona que envejece�.
Los cient�ficos Rowe y Kahn, en un art�culo
publicado en 1987, establec�an una
distinci�n entre la vejez usual o normal (usual
aging) y la vejez exitosa o saludable (successful
aging). Con ello pretend�an contrarrestar la
tendencia creciente en gerontolog�a de
marcar una distinci�n entre lo patol�gico y
lo no patol�gico, es decir, entre la
poblaci�n anciana con enfermedades o alg�n
tipo de invalidez y la que no padece ninguna
de ellas.
El concepto de vejez saludable incluye tres
componentes principales: baja probabilidad
de padecer enfermedades o invalidez, elevada
capacidad funcional f�sica y cognitiva y
mantenimiento de una vida activa en la
sociedad, tanto intelectual como emocional.
La baja probabilidad de enfermar se refiere
a la ausencia o bajo nivel de gravedad de
los factores de riesgo de padecer una
enfermedad. Respecto al elevado nivel
funcional, �ste incluye los dos componentes,
f�sico y cognitivo, �ste �ltimo vinculado al
aprendizaje y a la memoria de corto plazo.
ambos elementos confieren el potencial
necesario para una vida activa en la
sociedad. Estos dos puntos resultan, por
tanto, b�sicos, ya que las alteraciones
f�sicas o cognitivas son las responsables de
la dependencia y la p�rdida de autonom�a.
La actividad f�sica y cognitiva nos dice lo
que la persona puede hacer, pero no lo que
realmente hace. La vejez exitosa va m�s all�
de este potencial e incluye la vida activa
efectiva, no la posible. aunque la
implicaci�n activa en la vida diaria toma
varias formas, las dos m�s importantes son,
sin duda, las relaciones interpersonales y
la actividad productiva. Las relaciones
interpersonales engloban los contactos con
otras personas, es decir, intercambio de
informaci�n, soporte emocional y asistencia
directa. Sobre la actividad productiva, su
caracter�stica definitoria es la creaci�n de
valor social, tanto si es remunerada como si
no. Por ejemplo, una persona mayor que cuida
a un miembro discapacitado de su familia o
trabaja como voluntario en una iglesia u
hospital est� siendo productiva, aunque no
sea pagada por su trabajo.
Por ello es fundamental que a cualquier edad
(j�venes, adolescentes, personas
mayores, muy mayores) se tenga en cuenta que
la dependencia se puede prevenir, que se
puede lograr un envejecimiento o, mejor
dicho, una forma de envejecer saludable. Es
necesario empezar desde la infancia con esta
prevenci�n, que no es otra cosa que h�bitos
de vida saludable �tiles para todas las
edades.
Mis pacientes son expertos en esta maniobra
de adoptar h�bitos saludables de por vida.
La preocupaci�n m�s importante de todas las
personas y, de forma especial, de las
personas mayores tiene que ver con los
problemas de salud y sus consecuencias,
fundamentalmente la dependencia.
El compromiso de un envejecimiento saludable
es un compromiso con la buena salud y
consiste en:
- adquirir una serie de h�bitos de vida
saludables (nutrici�n, ejercicio f�sico,
mental y afectivo, abandono del consumo del
az�car, de las grasas, del alcohol, de las
drogas y del tabaco).
- Seguir los controles m�dicos de salud
recomendados.
a continuaci�n se intenta responder a las
preguntas b�sicas para poder desarrollar un
envejecimiento saludable y se exponen las
recomendaciones principales que han
demostrado su utilidad para prevenir la
enfermedad y con ello la dependencia.
�Qu� son los controles de salud?
Son visitas programadas al m�dico y/o la
enfermera de su centro de salud que tienen
por objeto prevenir que aparezca la
enfermedad o mitigar sus efectos si �sta ya
se ha desarrollado. Se ha comprobado que
diversos servicios preventivos son muy
eficaces en las personas mayores. Estas
acciones se muestran en la siguiente lista,
expuesta en la tabla 1, a modo de chequeo
�til para comprobar su cumplimiento.
Hipertensi�n: si usted no es
hipertenso, es necesario que su m�dico o
enfermera le tome la tensi�n arterial al
menos una vez al a�o. Las cifras que debe
mantener son cifras menores de 135/85 mm/Hg
Si ya es hipertenso o padece alguna
enfermedad, debe de seguir los controles de
la tensi�n arterial que le marque su m�dico.
Dislipidemias: son las alteraciones de
los niveles de las grasas en sangre. Si
usted presenta factores de riesgo vascular
como hipertensi�n, diabetes, obesidad,
tabaquismo o enfermedades isqu�micas de la
circulaci�n arterial (infarto de miocardio,
angina de pecho, trombosis cerebral...), es
necesario realizar al menos una anal�tica
anual de los niveles en sangre del
LDL-colesterol, el llamado "colesterol
malo", (menor de 130 mg/dl) y de
triglic�ridos (menor de 200 mg/dl). Si no
presenta dichos factores de riesgo no es
necesaria esta comprobaci�n.
Diabetes: algunas asociaciones
cient�ficas recomiendan la medici�n de
glucosa en sangre para las personas mayores
con los factores de riesgo descritos en el
apartado anterior.
Obesidad y desnutrici�n: al menos una vez al
a�o es necesario que le tallen y le pesen
para poder obtener el llamado �ndice de Masa
Corporal (IMC) a trav�s de la f�rmula IMC=peso/talla
x talla --- el peso en kilogramos y la talla
en metros. Si el resultado se halla entre
18,5 y menos de 25, el peso es el correcto.
Por debajo de 18,5 significa desnutrici�n,
por encima de 25 sobrepeso y si es superior
a 30 se califica como obesidad.
D�ficit de visi�n y de audici�n: al menos
una vez al a�o debe acudir al oftalm�logo
para someterse a un control que incluya un
examen de su agudeza visual y de la tensi�n
ocular. Con ello se detectan los errores en
la graduaci�n de la vista, el glaucoma (tensi�n
en los ojos), las cataratas (opacidad del
cristalino) o la degeneraci�n macular (alteraci�n
del centro de la visi�n de la retina). Todas
estas alteraciones disponen de tratamiento
con el que se puede evitar la dependencia
que puede producir una mala visi�n. En
cuanto al o�do, si usted detecta cualquier
p�rdida de audici�n, visite al m�dico. Si
�ste le prescribe un aud�fono, no dude en
pon�rselo porque, aunque sea una persona
mayor, se puede adaptar a �l perfectamente.
En la actualidad estos aparatos son peque�os
y discretos y apenas se notan.
C�ncer: la edad no es nunca una
contraindicaci�n para tratar un c�ncer. S�
lo es su extensi�n, por lo que es muy
importante un diagn�stico precoz cuando
todav�a no est� extendido.
C�ncer de mama: se recomienda una
mamograf�a cada dos a�os hasta los 70 a�os.
C�ncer del cuello uterino: se recomienda una
citolog�a anual hasta los 65 a�os. Si los
resultados han sido normales, no son
necesarios nuevos controles.
C�ncer de colon: se recomienda un an�lisis
anual de una muestra de sangre oculta en
heces.
No se recomiendan otras intervenciones
precoces para el resto de c�nceres, excepto:
C�ncer de pr�stata: algunas
asociaciones cient�ficas recomiendan para el
var�n realizar una vez al a�o un tacto
rectal junto con un an�lisis de sangre del
ant�geno espec�fico de pr�stata entre las
edades de 50 a 69 a�os. Pasada esta edad no
se recomiendan dichas exploraciones.
C�ncer de piel: algunas asociaciones
cient�ficas aconsejan la exploraci�n anual
de la piel de las personas mayores.
Cualquier cambio que usted observe en su
piel relacionado con el aumento del tama�o o
del color de los lunares, ulceraciones o
tumoraciones debe acudir inmediatamente al
m�dico.
Depresi�n: la depresi�n necesita en el caso
de las personas mayores un diagn�stico y
tratamiento lo m�s temprano posible para
evitar sus consecuencias. Si presenta
antecedentes de depresiones, de p�rdida
reciente de alg�n familiar querido o
trastornos importantes del sue�o, tiene un
riesgo significativo de desarrollar una
depresi�n. Si usted responde "s�" a la
pregunta directa de "�est� usted deprimido/a?",
acuda a su m�dico.
Demencia: la edad avanzada no tiene
por qu� estar vinculada a una p�rdida de la
memoria y, lo que es m�s importante, no
tiene por qu� acarrear una p�rdida de
autonom�a en actividades instrumentales de
la vida diaria como saber comprar, manejar
el tel�fono, utilizar el dinero, manejar la
medicaci�n o, sin ir m�s lejos, orientarse
en la calle o con el uso de los transportes
p�blicos. Si presenta alg�n tipo de
alteraci�n de la memoria o alg�n tipo de
problema en relaci�n con las actividades
descritas, acuda a su m�dico.
P�rdida funcional: cumplir a�os no es
sin�nimo de que usted pierda la capacidad de
andar, tenga incontinencia de esf�nteres, no
se pueda vestir, no se pueda asear o bien no
pueda realizar las actividades descritas en
el apartado anterior. ante cualquier p�rdida
funcional acuda a su m�dico y tenga presente
que si �sta se produce no es a causa de la
edad. Siempre existe una causa subyacente
que es necesario conocer cuanto antes porque
cuanto m�s tiempo pase incapacitado m�s
dif�cil ser� su recuperaci�n.
Vacuna de la gripe: todas las
personas mayores de 65 a�os deben vacunarse
anualmente contra la gripe. La �poca del a�o
apropiada es de octubre a mediados de
noviembre.
Vacuna pneumoc�cica: todas las
personas mayores de 65 a�os deben vacunarse
al menos una vez en su vida de la vacuna
pneumoc�cica, que previene las infecciones
pulmonares del neumococo, es decir de la
neumon�as. La vacuna se administra en
cualquier �poca del a�o por v�a
intramuscular y, al igual que la vacuna de
la gripe, no produce apenas efectos
secundarios.
Vacuna antitet�nica: es necesario que
todas las personas mayores de 65 a�os est�n
correctamente vacunadas del t�tanos. Si
usted ha seguido las vacunaciones peri�dicas
durante su vida, siga y vac�nese cada 10
a�os con la dosis de recuerdo. Si usted no
ha seguido esas vacunaciones, que es lo m�s
frecuente, debe acudir a su m�dico para que
le aplique la vacuna, cuyo efecto se
mantendr� con una dosis de recuerdo cada 10
a�os.
�Cu�les son los h�bitos de vida saludable?
Son h�bitos, costumbres, formas y actitudes
de vida, comprobadas de forma cient�fica,
para evitar que aparezcan las enfermedades y
la dependencia. Las personas mayores deben
interiorizarlas y comprometerse a llevarlas
a cabo. Es un compromiso con la vida. Son
las siguientes:
- actividad f�sica adecuada.
- Dieta bien equilibrada, rica en fibra,
vegetales y frutas, sin az�car y baja en
grasas.
- aporte adecuado de calcio.
- Prevenci�n de lesiones (reducir el riesgo
de ca�das, de accidentes de tr�fico y de
quemaduras).
- Interrupci�n del tabaquismo y del consumo
de bebidas alcoh�licas.
- Cuidado dental adecuado, con visitas
regulares al odont�logo para que le detecten
y traten eficazmente problemas bucales.
- Cuidado adecuado de los pies, con visitas
regulares al pod�logo para que le traten
problemas frecuentes de los pies.
-Evitar la automedicaci�n, tomando s�lo lo
prescrito por el m�dico.
�Qu� es lo que no se debe hacer con los
controles de salud?
No es necesario realizar de forma rutinaria
un panel de bioqu�mica, hemograma,
electrocardiograma o radiograf�a de t�rax.
Estas pruebas s�lo son necesarias si se
padece alguna enfermedad concreta, en cuyo
caso el m�dico es quien debe marcar las
pruebas necesarias.
T�picos poco saludables sobre los controles
m�dicos
- "Me sientan mal las vacunas, no me
protegen porque sigo cogiendo los mismos
catarros en el invierno, y adem�s ya soy muy
mayor�. Esta reflexi�n es tan com�n como
err�nea. En muy pocos casos se producen
reacciones al�rgicas. S� pueden generar
ocasionalmente, peque�as reacciones como
edema, enrojecimiento en la zona de la
punci�n, algunas d�cimas y malestar general.
Ninguna de estas situaciones justifica el
rechazo a las vacunas. Las vacunas protegen
de la gripe y del neumococo, que son los
g�rmenes que m�s infecciones respiratorias
causan en las personas mayores, pero no
salvaguardan a la persona del resto de
g�rmenes. Por �ltimo, la efectividad de
estos medicamentos es mayor cuanto mayor es
la edad de la persona, ya que la protegen de
complicaciones que pueden producir la muerte.
- "Si comienzo con m�dicos no voy a salir
sano�. No son pocas las personas mayores, y
no tan mayores, que utilizan argumentos como
�ste para eludir la visita al m�dico. Sin
embargo, nada m�s lejos de la realidad. De
hecho, si se siguen los controles peri�dicos
necesarios, se diagnosticar�n antes las
enfermedades que puede padecer una persona,
vaya o no al m�dico. La detecci�n precoz
facilita adem�s su tratamiento y aumenta las
posibilidades de paliar sus graves efectos (trombosis,
infarto al coraz�n, c�ncer, ceguera,
demencia...).
- "No ver ni o�r bien, sufrir ca�das,
incontinencia, estar triste, perder memoria,
no realizar ya determinadas actividades, etc.,
es cosa normal con la edad�. De nuevo los
t�picos como �ste ocultan una verdad
indiscutible, que afirma que la edad no debe
de asociarse a ninguna de estas alteraciones.
Problemas como �stos se pueden evitar con
los controles peri�dicos de salud y una
consulta r�pida al m�dico cuando se detecte
su aparici�n para ver as� la causa y poner
el remedio adecuado, entre ellos la visita a
otros m�dicos especialistas como el
geriatra, y comenzar cuanto antes su
rehabilitaci�n.
- "Voy al m�dico porque estoy aburrido y as�
paso la tarde�. De pecar por defecto se
puede pasar a pecar por exceso y ninguno de
los extremos es aconsejable. Es necesario
ser responsables con la salud y con los
servicios sanitarios. Su gratuidad obliga a
realizar un correcto uso de los mismos. El
desarrollo personal afectivo y social con la
familia y los amigos es tambi�n un
compromiso con la salud y la visita al
m�dico no debe de suplantar dicho compromiso.
Recordemos que:
Cumplir a�os no es sin�nimo de dependencia y
de mala salud.
La prevenci�n de la dependencia no se compra
con dinero, la tiene que realizar uno mismo.
Nadie la va a realizar por usted.
De usted depende. No olvide que es sencillo
y est� a su alcance. Sus seres queridos se
lo agradecer�n y usted mismo notar� la
diferencia en algo en lo que usted es el
principal responsable y el mayor
beneficiario.
Si de veras quiere vivir y envejecer feliz,
est� en sus manos y en su boca.
bibliograf�a
Suministrada por solicitud.
Dr. F�lix E. F. Larocca
[email protected]
Un
agradecimiento muy especial al Dr. F�lix
E. F. Larocca por su colaboraci�n con este portal y sobretodo
por el contenido tan bien realizado
esperamos sea de gran ayuda a la
juventud de Hispanoamerica .
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